La independencia de Brasil resultó del trabajo intenso de los grupos espirituales junto a los hombres. Muchos hombres dieron sus vidas por ese Ideal. Son 185 años los transcurridos de nuestra Independencia. Miramos nuestro País inmenso, un gigante geográfico y nos preguntamos: ¿Somos realmente libres? La verdadera independencia es moral. Mientras sigan vigentes el jeitinho brasileiro (soluciones poco éticas) y la Ley de Gerson (obtener ventajas en todo), no seremos libres. Cuando asumamos nuestro papel de hombres dignos, correctos, fieles a los ideales nobles, seremos libres. Cuando el estandarte de la solidaridad y de la tolerancia se implante en nuestros corazones, la bandera verde y amarilla temblará más bella. Cuando alarguemos los brazos por el bien de la comunidad, las estrellas de la Tela Patria lucirán con mayor intensidad. Cuando el orden y la disciplina sean parte de nuestras acciones el blanco del Pabellón Nacional habrá alcanzado el verdadero sentido: la paz. Para que el progreso real se concretice es necesario que las individualidades crezcan. La suma de las conquistas personales resultará en el crecimiento colectivo. Hoy es un día excelente para que uno se proponga a trabajar por nuestro Gigante. Dicen que está dormido, eso porque sus hijos duermen. La Madre gentil que nos recibe en esta etapa de la vida en el planeta merece nuestro esfuerzo. Si quisiéramos, y solo si quisiéramos, podremos hacer verdadera, desde ahora, la asertiva espiritual: Brasil, Corazón del Mundo, Patria del Evangelio. Corazón que late, que ama, que no relega a sus hijos al abandono. Y, en la medida que puede, recibe y ampara a los hijos de otras tierras. Patria del Evangelio que irradia el bien, que sirve de modelo, que lucha por la Justicia, por la Verdad. Independencia moral. Crecimiento real. ¿En este día, vamos todos empezar a luchar por tales objetivos?
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Redacción del Momento Espírita, con base en los capítulos 18 y 19 del libro Brasil, Coração do Mundo, Pátria do Evangelho, por el Espíritu Humberto de Campos, psicografía de Francisco Cândido Xavier, ed. Feb, Brasil.
3 comentarios:
Brasil como eu te amo!!!!
No conozco este bello país, pero me encantaria y sobre todo conocer su gran riqueza historica, un beso preciosa.
Amiga, parabéns pelo blog.
Adorei e continue.
Saúde e paz sempre.
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